Neptuno: el último planeta conocido del sistema solar
Los viajes espaciales son el espejo en el que mejor se refleja nuestra propia finitud. Según donde queramos llegar, con los medios actuales, vamos viendo que el tiempo se nos agota; que no da más de si.
Lanzar una misión a Neptuno, por ejemplo, supondría en el mejor de los casos esperar al menos nueve años para llegar a nuestro destino siempre y cuando seamos capaces de aprovechar las asistencias gravitacionales de otros planetas para incrementar la velocidad de la nave.
Las enormes distancias que hay que recorrer en el inmenso vacío interplanetario nos ofrecen la medida exacta de lo relativo del espacio y del tiempo aquí en la tierra. Y eso que sólo hablamos de nuestro sistema solar. No te digo ya nada si lo que pretendemos es viajar a otros sistemas planetarios.
Llegar a alguno de los tres planetas que orbitan la estrella más cercana a nuestro sol (Próxima Centauri) con los medios disponibles actualmente, nos llevaría nada menos que 73.000 años en el supuesto que la nave viajara a 17,3 km/s de forma constante. Ya digo. Nada como el universo para hacernos cargo de lo insignificantes que somos.
En fin vamos con Neptuno y de esta forma finalizaremos en febrero nuestra primera ronda por el sistema solar.
Se trata de un planeta oscuro, frío y azotado por vientos supersónicos con ráfagas que alcanzan los 2.000 km por hora. El gigante Neptuno es el octavo y más distante planeta que orbita alrededor de nuestro Sol.
Su diámetro es de 49.244 km. y su órbita casi perfectamente circular.
Neptuno se encuentra a unas 30 unidades astronómicas y no es visible a simple vista. En 2011, Neptuno completó su primera órbita de 165 años desde su descubrimiento el 23 de septiembre de 1.846.
El precioso color azul del planeta proviene del metano existente en su atmósfera, que absorbe longitudes de onda de luz rojas, pero permite que las azules se reflejen de vuelta al espacio.
Neptuno fue el primer planeta localizado mediante cálculos matemáticos y algo de buena suerte ya que se utilizó la imprecisa "ley de Bode" para hallarlo entre todo el fondo de estrellas.
Utilizando las predicciones que le envió el astrónomo francés Urbain Le Verrier, basadas en perturbaciones en la órbita de Urano, el astrónomo alemán Johann Galle fue el primero en observar el planeta, como ya se ha dicho, en 1846.
Aunque Neptuno es el planeta más alejado de nuestro Sol, se menciona con frecuencia en la cultura pop y la ficción.
El planeta sirvió de telón de fondo para la película de terror de ciencia ficción de 1997 "Event Horizon", mientras que en la serie de dibujos animados "Futurama", el personaje Robot Santa Claus tiene su base en el polo norte de Neptuno. (Extraído de la web science.nasa.gob)
Los científicos creen que Neptuno no siempre ha ocupado el lugar en el que está hoy. De hecho se sabe que un planeta rocoso está "escondido" en su interior.
Hay, por tanto, algo que no encaja en su supuesto proceso de formación porque es mucho más pesado que Urano cuando debería ser justo al revés. Si Neptuno se formó en los alrededores del sistema solar debería ser al menos dos veces más ligero que Urano.
Los científicos se inclinan por la hipótesis de que Neptuno se formó cerca de Saturno y que, en algún momento, un cataclismo gravitacional lo arrojó al "patio trasero".
Otra hipótesis más atrevida mantiene que quizás Neptuno se formó en un sistema solar alienígena y luego viajó durante millones de años en la oscuridad del espacio hasta que finalmente fue capturado por la gravedad del sol. Esto explicaría su estructura extremadamente anómala.
No sería una hipótesis tan descabellada, máxime ahora que se cree que, solo en nuestra galaxia existen miles de millons de planetas errantes que no orbitan ninguna estrella.
Otra curiosidad descubierta recientemente consiste en que los dos planetas gigantes helados (Urano y Neptuno) tienen tonos similares de azul verdoso.
Las primeras imágenes de Neptuno habían sido alteradas para mostrar detalles de la atmósfera de este planeta, lo que cambió su verdadero color por un azul más oscuro según los investigadores.
Cuando se recibieron las imágenes del planeta, los investigadores acentuaron el azul solo para revelar las características que se pueden ver en la atmósfera de Neptuno, por eso la imagen parece muy azul, pero en realidad Neptuno es bastante parecido a Urano".
Neptuno tiene un leve toque adicional de azul, que se debe a una capa de neblina más fina en ese planeta, según demostró el estudio.
Mientras que Urano aparece un poco más verde durante el verano y el invierno, cuando uno de sus polos apunta hacia el Sol. Pero durante la primavera y el otoño, cuando el Sol está sobre el ecuador, tiene un tinte más azulado.
En fin, amigos. Ya véis que las curiosidades aparecen por todos los lados.
Aquí Astronomíaweb nos ofrece un resumen de todo lo comentado anteriormente.
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| Neptuno se llama este bar de la plaza Ángel Sanz Briz de Zaragoza |
Me despido con una cancioncilla para niños titulada "Neptuno, planeta helado".
¡Hasta el jueves que viene!
Buen informe has preparado de Neptuno, lejano y peculiar, quizá atrapado por la gravedad del sol y que toma parte de nuestro sistema solar.
ResponderEliminarLas grandes distancias resumen ese mundo inmenso que a nosotros nos pone como privilegiados por haber nacido y conocido este inmenso proceso.
Uno alucina con la composición del planeta tierra con sus océanos flotando en la nada.
Tus artículos portan momentos de meditación.
Saludos, José Luis.
Una de las cosas que más me impresiona es pensar que, mientras escribo estas líneas, en Neptuno, por ejemplo, se están desatando enormes tormentas mientras vientos huracanados barren su atmósfera. Y lo mismo podemos decir de todos los cuerpos del sistema solar y más allá. Existen de verdad. Aunque normalmente no tenemos conciencia de ello.
EliminarGracias por tu comentario, Javier
Un abrazo