Planeta tierra (IV). El misterio de la vida. Estancia (frustrada) en el monasterio El Olivar en Estercuel

Todos los planetas y el Sol en el Sistema Solar son esféricos

Debo reconocer que el tema de la vida es el que más me intriga y me motiva desde hace ya unos cuantos años. La vida en general y la posibilidad de que exista vida extraterrestre más en concreto.

He llegado a este punto por diversos caminos y ya desde niño, observar otros seres vivos siempre me resultaba fascinante. Recuerdo cuando el recreo de la escuela era sobrevolado por una flotilla de buitres que se dirigían al "carnuzo" o muladar del pueblo. Aquel espectáculo me parecía impresionante. 

Como también me parecía fascinante, de pequeño, la visita de los rebaños de cabras y ovejas que acudían a buscar acomodo y refugio en el corral de Gabardilla. Las ranas, los conejos, las perdices, los gorriones, los vencejos, las "peiras", lagartijas, serpientes, murciélagos, barbos, madrillas y carpas, gallinas, pavos, "aucos", los abejarucos, las "grallas", los "baucinos", abejas, avispas, saltamontes, moscas comunes y moscas de las caballerías y un elenco todavía más numeroso que luego conocí con posterioridad.

La conducta de todos estos y de otros seres siempre me ha parecido intrigante y siempre he querido profundizar más y más en sus costumbres y su comportamiento.

De alguna manera, esta función la realizo más intensamente con los tres tipos de animales que llevo "cuidando" desde hace años: las abejas, los peces y las lombrices. 

A estas tres especies les he otorgado un régimen de semi-libertad que me encanta. Van a su bolo pero siempre con la vigilancia atenta de su evolución por mi parte.

Los tres me reportan algún tipo de beneficio: las abejas la miel, los peces se comen los mosquitos del estanque y las lombrices transforman todos los deshechos orgánicos que les llevo en humus. Pero en realidad lo de menos es lo que producen. Solo el hecho de verlos fuertes y vigorosos me llena de satisfacción. Para ellos vengo a ser una especie de padre protector que vela constantemente por su bienestar.

No he nombrado a los vegetales. Seres vivos, asimismo. No hablan. Están callados. Pero su presencia siempre me ha acompañado. Mi padre pertenecía a una estirpe de agricultores cerealistas. Al igual que muchos otros de su generación su vida estaba vinculada al campo. Y al devenir de las estaciones. Siempre pendientes del cielo y de las inclemencias del tiempo. Continuamente vigilando la evolución de las cosechas.

En verano íbamos a segar el espliego para sacar unas pesetillas para las fiestas. El intenso olor de la lavanda despierta de inmediato en mi un montón de emociones.

De manera que ahora dispongo de una ocasión de oro para satisfacer, de alguna manera, mi ansia de conocimiento. Ahora puedo aprender de los investigadores más expertos y de las mentes más avanzadas. Ahora me dispongo a dar una vuelta más de tuerca al MISTERIO DE LA VIDA. 

Bien es cierto que, en este caso, más que local, mi perspectiva será planetaria. Que se sepa, de momento la tierra es el único planeta conocido en el que florece la vida. Eso lo hace muy, muy especial. Cuando contemplamos los áridos territorios de Marte, el infierno en el que se ha convertido Venus o los desolados paisajes de Mercurio no podemos sino congratularnos de que, por una sucesión de carambolas, nos haya tocado el premio gordo de existir, de vivir y de gozar de ese regalo.

Empecemos por este interesante documental para abrir boca:

La tierra. La aparición de la vida

Y como contraste este otro que cuestiona la versión oficial del surgimiento de la vida.

Y ahora adoptamos un nuevo enfoque para preguntarnos de nuevo: ¿Cómo surgió la vida en la tierra?

Aquí el Doctor Fusión nos ofrece una respuesta.

Sobre el origen de la vida en nuestro planeta y la posibilidad de vida en otros planetas extrasolares existe actualmente una gran controversia. Todavía no está claro como surgió. Esto es lo que comentan en la web de la Agencia Espacial Europea para niños:

"Los estudios de los fósiles de rocas antiguas nos revelan que la vida probablemente comenzó hace unos 4 billones (ingleses) de años, es decir, cuatro mil millones de años, cuando la Tierra era muy joven. Nadie sabe cómo comenzó la vida en nuestro planeta. La mayoría de los científicos piensa que se originó en el agua líquida. Pero, ¿fue en charcos en la superficie, bajo tierra o en el fondo de los océanos donde la actividad volcánica crea manantiales calientes?

Los experimentos demuestran que los componentes químicos fundamentales de la vida se pueden formar en el espacio o en la Tierra. Muchos de ellos deben haber llegado a nuestro planeta con la caída de meteoritos y cometas. De algún modo, estas sustancias químicas 'orgánicas' simples se unieron y formaron moléculas más avanzadas. Luego comenzaron a copiarse a si mismas y a crecer.

Lo que sí sabemos es que, una vez que logra formarse, la vida es increíblemente resistente. Se ha podido encontrar bacterias vivas en la congelada Antártida, en agua hirviente y dentro de rocas ubicadas hasta cinco kilómetros bajo tierra. También sabemos que estos organismos pueden sobrevivir durante años en el difícil ambiente del espacio.

Una vez que se esparció la vegetación por el planeta, el aire comenzó a recibir grandes cantidades de oxígeno. La Tierra se convirtió en el único planeta de nuestro Sistema Solar con una atmósfera rica en ese elemento. Mediante la búsqueda de oxígeno en otros mundos, tal vez un día encontremos evidencia de vida extraterrestre".

En este vídeo de la Nasa en español, nos lo explican de una forma más amena.

Claro, que si queréis una información más completa; nada como este "Museo virtual de la ciencia" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

En España contamos con el Centro de Astrobiología, asociado a la Nasa que realiza investigaciones punteras en este ámbito.

Dos investigadores destacados del centro de astrobiología son Carlos Briones (1) y (2) y Elena Villaver

Un apunte final para señalar que Netflix estrenó no hace mucho el documental "La vida en nuestro planeta" que yo, desde luego, no me lo quiero perder.

En esta revisión de la tierra como planeta no he abordado su satélite: la luna. Los satélites de los planetas tendrán un tratamiento específico en la siguiente ronda, una vez que realice la visita virtual a todos los planetas del sistema solar.

Tenía previsto para el martes día 26 de septiembre acudir al Monasterio el Olivar en Estercuel pues allí, los frailes, realizan actividades de "turismo estelar" y exploración del cielo. Pensaba, asimismo, hacer noche allí para pasar por la experiencia de dormir en una celda de un convento. No ha podido ser esta semana porque he dado COVID positivo.

Realizaré la actividad el próximo martes día 3 de octubre. Ya os contaré.

Como ya es habitual, nos vemos el próximo jueves. Habremos cambiado ya de planeta. Durante el mes de octubre estaré visitando Marte.

¡Chaoooo!