¿Le pasará a la tierra lo que le pasó a Venus?

Los planetas de nuestro Sistema Solar tienen temperaturas diferentes

 Desde que hemos accedido a la comprensión de gran parte de la historia de muchos cuerpos celestes, nos sobran ejemplos de lo que le puede suceder a nuestro planeta si se altera el sutil equilibrio en el que se ha mantenido durante millones de años.

En algún momento de la vida de Venus se produjo un descontrolado efecto invernadero que hizo que el calor se fuera incrementando en su superficie hasta alcanzar los actuales casi 500 grados. A partir de allí, el planeta dejó de ser el gemelo hermano de la tierra para convertirse en un auténtico infierno.

Todo rastro de existencia desapareció, el benéfico ciclo de lluvia de agua se transformó en lluvia pero de... ¡ácido sulfúrico! y culaquier signo de vida -si lo hubo- quedó totalmente borrado.

No es por nada pero esta música me suena. Últimamente, aquí en la tierra, enlazamos ya varios años con récord de temperaturas. La temperatura del agua de los océanos se esta elevando peligrosamente. Ayer leía en el periódico que, en algunos puntos, es como si se produjera un auténtico incendio dentro del agua.

¿Qué tendría que ocurrir para que se desencadenara la catástrofe en la tierra?

 El término al que debemos tener miedo se llama ‘efecto invernadero descontrolado’ (runaway greenhouse) y es el que sufrió Venus hace miles de millones de años.

Hay dos formas de alcanzarlo. La primera es aumentar la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera de forma brutal hasta que la temperatura media del planeta alcance los 373º C, la temperatura crítica superficial del agua pura.

La segunda forma de alcanzar un efecto invernadero descontrolado a través del conocido como efecto invernadero húmedo (moist greenhouse) . El aumento de la cantidad de vapor de agua -un potente gas invernadero- en la atmósfera provocará un incremento de las temperaturas que llevarán a la evaporación de más agua de los océanos.

Ojo, cuidado porque según un reciente estudio de (Ramsés M. Ramírez et al.), este escenario se alcanzaría ‘simplemente’ aumentando la concentración de dióxido de carbono hasta diez veces la actual, más o menos. Afortunadamente, esto es imposible usando nuestra tecnología, pero no hace falta llegar tan lejos. Si incrementamos la concentración de este gas hasta 4-8 veces la presente, muchas regiones del planeta no podrán ser habitadas por seres humanos.

Esta última cifra es importante ya que se calcula que si quemamos todas las reservas de combustibles fósiles -conocidas y estimadas- podemos alcanzar esta concentración sin muchos problemas. Entonces la Tierra estará a un tris de sufrir un efecto invernadero descontrolado y terminar como Venus. (Adaptado de Eureka, el blog de Daniel Marín) 

Para visualizar mejor lo que ocurriría en caso de catástrofe, este vídeo nos será de gran interés.

En este otro breve documental también inciden en lo mismo.

Y como no quiero terminar esta entrada con mal sabor de boca, aquí os dejo con una historieta animada titulada ¿Venus CASI tuvo vida?

Y, finalmente, otro guiño de humor con esta cancioncilla para niños titulada "Venus"

¡Hasta el jueves que viene!