Mi periplo por el sistema solar

El cinturón de asteroides tiene más de 90,000 asteroides.  Comentaba en mi entrada anterior que esta semana empezaría a visitar virtualmente Mercurio, pero me colé. Todavía me queda la quinta entrada sobre el sol correspondiente a este mes de junio. Y es que me han llamado la atención dos especialidades relacionadas con el estudio del sol: la heliosismología y la helioespectroscopía. La primera consiste en el estudio de las oscilaciones que se producen en la superficie del Sol. Se trata de ondas de presión generadas por la turbulencia de la superficie solar y amplificadas por medio de interferencias constructivas. (Ver Wikipedia) La helioespectroscopía se centra en  estudio del espectro de la radiación electromagnética, incluida la luz visible, que radia nuestro sol. (Ver Wikipedia) La verdad, nunca me hubiera imaginado que existiera la profesión de heliosismólogo/a o la de helioespectroscopista. Os dejo esta entrevista (en inglés) a una especialista en heliosismografía ...

Continuamos la visita al sol. Aprendiendo algunos aspectos básicos de su funcionamiento y, por supuesto, tomando referencias cercanas a nuestra experiencia aquí en la tierra. Le añadiremos, asimismo, un toque humano al considerar el importante número de personas que han dedicado su vida al estudio del astro rey. El viento solar es una corriente de partículas cargadas que se liberan desde la atmósfera superior del Sol, llamada corona solar. En este vídeo nos explican de una manera intuitiva cómo se forma el viento solar. El Sol rota una vez cada 27 días aproximadamente lanzando hacia el exterior este viento solar que el campo magnético atrapa en grandes espirales El viento solar crea la heliosfera , una burbuja que rodea el sistema solar en el medio interestelar. Las auroras son el resultado de perturbaciones en la magnetosfera de nuestro planeta causadas por el viento solar. En este vídeo nos explican con sencillez cómo y por qué se producen las auroras boreales. Contemplar una...

Los planetas viajan alrededor del Sol, pero la trayectoria que siguen no es redonda sino elíptica, es decir, alargada hacia los lados. Más o menos a grandes rasgos lo entiendo. El sol se formó por el colapso gravitatorio de una gran nube de hidrógeno y polvo que, por efecto de la gravedad se concentró en un área en la que las presiones eran tan intensas que llegó a desencadenarse lo que se conoce como fusión nuclear y, consecuentemente comenzó la irradiación de luz y calor. Pero ahora quiero ir al detalle. Entender, aunque sea un poco por encima, cómo funciona un horno nuclear. Es difícil realizar la abstracción de cómo se desarrolla todo porque no tenemos nada semejante aquí en la tierra. Bueno, si. Lo están intentando alllá en Cadarache pero, de momento, poco podemos apreciar de lo que ocurre en las tripas del aparato y lo que están consiguiendo con el Proyecto internacional de fusión del hidrógeno ITER.  Veamos. El hidrógeno es el gas más abundante en el universo y su composició...

Aunque Mercurio es más cercano al Sol, Venus es el planeta más caliente del Sistema Solar.  Lo sabía y ya lo comenté cuando estaba preparando el viaje. Voy a necesitar un tiempo de entrenamiento para asimilar las enormes cifras con las que tendré que trabajar a lo largo de mi viaje virtual por el sistema solar si de verdad quiero aprovecharlo. Porque este viaje cuenta con la peculiaridad de que las dimensiones habituales que utilizamos en el día a día se nos quedan cortas. Muy cortas. No me quedará más remedio que acudir a los símiles y entrenarme mucho si, de verdad, quiero hacerme cargo de lo que significan millones de años, diámetros, volúmenes y distancias enormes así como de otras magnitudes que, hasta la fecha, nunca había utilizado. Un primer reto. El diámetro del sol ¿Cómo podría obtener una representación mental de lo que significa una bola ardiente de ¡Un millón cuatrocientos mil kilómetros de diámetro! En el INTA me dan una primera pista:  hacer modelos que sigan la...

Michelle Thaller: “Somos sencillamente estrellas muertas que, cada noche, elevamos la mirada a nuestro lugar de origen.” Para iniciar este viaje por el sistema solar tengo que ir bien preparado y equiparme en condiciones. Cuento, eso si, con un estupendo recurso que la naturaleza nos ha regalado: la imaginación.  También con la ventaja de que a la escritura no se le pone nada por delante. Gracias a ella nos trasladamos en un plisplás de un lugar a otro, experimentamos sensaciones que nos están vetadas en el devenir de lo cotidiano e incluso -sin ningún problema- nos podemos convertir en superhéroes y dotarnos de superpoderes. Así que me permitiré la licencia de ser capaz de viajar a la misma velocidad que la luz. De aguantar temperaturas extremas y de respirar -sin problema- cualquier tipo de atmósfera. Sólo de esta manera podré abandonar nuestra tierra y acercarme a otros astros que sólo he visto en fotografías.  A diferencia de mi viaje virtual por el mundo donde en cada nac...